La ilusión existe. Por eso de pequeños nos contaban cuentos y nos hablaban de los Reyes Magos. Y sin embargo cuando crecíamos y descubríamos que las hadas madrinas y Baltasar no existen, no se rompía la ilusión. Sí, nos poníamos tristes, pero con el tiempo aprendimos a guardar esos secretos, a ser cómplices de los cuentacuentos, a mantener viva una magia que hacía feliz a muchos. La ilusión siempre se tiene, al menos yo nunca la he perdido con nada. Las cosas que nos ilusionan, suceden, pasan, a veces se acaban... Pero, ¿sabes una cosa? No te arrepientas nunca de nada, si es bueno, es un recuerdo; si es malo, una experiencia.
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