Para, frena. Va siendo hora de que te des cuenta de la complejidad del cerebro humano. Podemos movernos, memorizar, imaginar, sentir. Podemos almacenar información, guardar recuerdos, sacarlos a la luz. Lo que me recuerda que te tengo archivado en mi lista de de momentos, al fondo a la derecha, en el apartado de sentimientos. Y los fantasmas de sus dias atacan ahora más que nunca, provocando alteraciones en mi sistema nervioso, afectando al encéfalo y la médula espinal. Dolor, es lo que provocas a tu paso, lo que dejas tras de ti. Me haces daño, te echo de menos, nos mantenemos lejos, separados por distancias demasiado largas a nivel abstracto. Debería odiarte, y no será porque no lo haya intentado. Pero no, no lo hago. Y a día de hoy no me explico cómo he podido llegar al punto de que seas demasiado imprescindible en mi vida.
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