Entonces llegó a su habitación y cerró la puerta. Se desabotonó la blusa y dejó que sus vaqueros cayeran al suelo. Cogió una camiseta ancha y subió a su cama, acurrucándose entre las sábanas y abrazándose a su almohada. Fuera hacía mucho frío, podía sentirlo. Sin embargo a ella no le importaba, estaba tan bien... Por un momento dejó la mente en blanco, liberándose de cualquier pensamiento que pudiera aturdirla o perturbar su calma. Notó como sus músculos se relajaban y sus pies entraban en calor. Se sentía bien. Puede que no hubiera un motivo especial o tal vez ese motivo si que existiera. Tal vez tuviera nombre y apellidos, incluso. No obstante, fuera cual fuere la razón de su felicidad, se sentía de maravilla, como si fuera capaz de de tocar las nubes con tan solo estirar la mano. Y así, poco a poco, llegó el sueño; apoderándose de ella lentamente hasta que cayó rendida ante él, con una sonrisa dibujada en su cara, totalmente inocente.
A pulso y boli bic
martes, 29 de noviembre de 2011
sábado, 26 de noviembre de 2011
Taxi, por favor.
A lo largo de la vida nos vamos a encontrar con momentos mejores y con momentos que quizá no nos hagan más que daño. Va a haber días buenos y otros no tanto, sonrisas y lágrimas como las que más. Habrá veces que no estemos cuando tengamos que estar y nos equivoquemos, y otras en las que estemos en el lugar y el momento adecuados para tender una mano. Poco a poco vamos creciendo, madurando, aunque yo siempre haya ido en contra de esas cosas. Si tuviera que expresar con una sola palabra mi estado de ánimo actual sería agridulce. Ni bien, ni mal. Como si tuviera que cargar con el peso del paso de los años sin una razón. Me da vueltas la cabeza, no con cargo de conciencia, pero nunca me han gustado los juicios. Esto es lo que parece, un juicio, un simple juicio. Y la verdad, en este, declararé, pero no me reconoceré culpable.
miércoles, 16 de noviembre de 2011
No le busques nunca sentido lógico a las cosas.
Empecemos cerca, un poquito más lejos de la frontera. Burdeos, rodeada de viñedos, a la orilla del mar. Después, comenzaremos a alejarnos, siempre mochila en mano, con una cámara de fotos y poco más. Miramos al cruzar, por si nos atropellan, y corremos hacia Berna. Suiza, los alpes, la nieve, el frío, la altura, no suena mal. Venga, sin pararnos llévame a Italia, quiero ir a Roma, ciudad por excelencia romántica y pedir un deseo en la Fontana di Trevi; quiero bajar hasta el sur, hacia Nápoles, y luego visitar la Toscana con sus inmensos prados. Más tarde Austria y parar en Viena, pasar por Hungría, luego Rumanía. Si, para ahí, en el castillo de drácula, sin embargo para poco, porque quiero llegar hasta Atenas y ver el partenón, e intentar ver Creta desde el puerto. Para no cansarnos, cogeremos el primer vuelo al norte. Vámonos a Noruega, por favor, a sentir el vacío desde lo alto de los fiordos, y a Finlandia, quiero conocer la casa de Papá Noel. Deberíamos pensar en volver antes de que nos echen de menos, pero pensándolo bien... no, quiero más. Próximo destino, Berlín. Oh, no puede faltar en nuestro viaje, es una de mis preferencias. Acto seguido corre hacia Amstedarm y paseemos por los canales de la ciudad en barca. Después de un par de días, echaremos a nadar y llegaremos a Londres, e iremos al Big Ben a medianoche para ver el Támesis iluminado, y cenaremos algo en algún autoservicio barato. Por último, Dublín, iremos de fiesta a Temple Bar y acabaremos borrachos a base de Guiness. Y después, al terminar, estaré tan cansada que me llevarás a casa en brazos, nos despediremos en el portal y, antes de irte, me prometerás que nada de esto ha sido un sueño.
lunes, 14 de noviembre de 2011
jueves, 10 de noviembre de 2011
Detrás del telón se esconden los apuntadores.
Normalmente, por norma general, la mayoría de la gente busca destacar y se reconocida por algo a lo largo de su vida. Qué menos que un patinador profesional quiera ser el mejor entre sus rivales, que la ambición de un erudito sea descubrir algo que nadie ha descubierto todavía. Sin embargo, a pesar de que el porcentaje de personas con tales propósitos es muy alto, existe uno más reducido, casi invisible. Y es que no a todos nos gusta destacar. A mí no me gusta. Me gusta pasar desapercibida, prefiero resultarle indiferente a la mayoría de la gente. Así nadie espera nada de mí, nadie me presiona, no me envuelvo en asuntos ajenos, no tengo por qué obedecer a la norma general. Pero, aparte de todas estas razones, si por un motivo quiero ser pequeña en un mundo de gigantes, es para que solo aquellos que se paran a mirar con detenimiento a su alrededor, vean mi sonrisa. Para que la vean sólo aquellos que le den importancia también a lo más insignificante.
domingo, 6 de noviembre de 2011
Pequeños placeres.
No hay nada mejor que un arco iris después de la lluvia, que la calma después del viento, que un beso en los labios, que un helado en invierno.
sábado, 5 de noviembre de 2011
We are just dreamers.
It was raining when I met him. Before telling this story, I must say this is a story of "girl meets boy" but it isn't a love story.
He was a strange boy. He was tall and very thin. He had black and curly hair and enormous green eyes. I was impressed by his smile. I never knew his name, he never talked a lot.
We went to the park everyday and we contemplated the sky and the river. When it was raining, he always took his guitar and I listened his songs. They were beautiful compositions, they were... wonderful, soft, precious. The lyrics told about a new world, mysterious places, lost old cities, lost oceans, lost forest...
While I was with him, I never felt alone. I was happy and I had no problems. But one day he dissapeared. He wasn't in the park and I didn't hear the chords of his guitar anywhere.
I cried a lot and I was very hurt. I was alone. At night, I saw a new e-mail in my computer. I didn't know the sender:
"The life is just a dream, and we are just dreamers. I need to pursue my dreams. I need to arrive to unknown places. I want to be free. Forget me not."
A goodbye message. He wrote this letter from me.
I grew, six years passed and I am still here, in the park. I learned to play the guitar and now I am a little composer. I really miss his smile. I miss him. But he wasn't here.
Although, I don't forget him. I will never forget him.
He was a strange boy. He was tall and very thin. He had black and curly hair and enormous green eyes. I was impressed by his smile. I never knew his name, he never talked a lot.
We went to the park everyday and we contemplated the sky and the river. When it was raining, he always took his guitar and I listened his songs. They were beautiful compositions, they were... wonderful, soft, precious. The lyrics told about a new world, mysterious places, lost old cities, lost oceans, lost forest...
While I was with him, I never felt alone. I was happy and I had no problems. But one day he dissapeared. He wasn't in the park and I didn't hear the chords of his guitar anywhere.
I cried a lot and I was very hurt. I was alone. At night, I saw a new e-mail in my computer. I didn't know the sender:
"The life is just a dream, and we are just dreamers. I need to pursue my dreams. I need to arrive to unknown places. I want to be free. Forget me not."
A goodbye message. He wrote this letter from me.
I grew, six years passed and I am still here, in the park. I learned to play the guitar and now I am a little composer. I really miss his smile. I miss him. But he wasn't here.
Although, I don't forget him. I will never forget him.
viernes, 4 de noviembre de 2011
Soñar siempre ha sido gratis, y algo muy bonito.
Ese momento justo antes de ser consumida por el sueño, con la luz apagada, con el calorcito de las sábanas contrastando con el frío de la pared. Yo suelo abrazarme a la almohada y ponerme los cascos muy bajito, preferiblemente escucho baladas. Y entonces ocurre, como algo automático, mi mente se libera y los pensamientos vuelan como golondrinas emigrando al sur. Aparecen imágenes en mi cabeza, algunas en forma de recuerdo, otras en modo subjuntivo expresando deseo, y se mezclan entre ellas formando y modelando historias a su antojo a ritmo de unos acordes que poco a poco se apagan. Suelen ser historias bonitas, de esas que volverías a escuchar. Pero cuando me acerco al final, al momento al que quiero llegar, en una centésima de segundo mi conciencia se cierra, devastada por el cansancio, y cualquier posibilidad de soñar con el final de mi cuento, cae en el olvido.
jueves, 3 de noviembre de 2011
Todo humano se equivoca cuando intenta ser feliz.
Muchos podrán decir que a lo largo de mi vida he metido la pata muchas veces y desde luego no voy a negar yo tal verdad. Sí, he hecho daño, más verbal que físico; he lastimado, tal vez sin querer y alguna que otra vez queriendo; he hecho a más de uno llorar. Me declaro culpable de todo eso y de los errores que aún no he cometido y que en un futuro cometeré. Puedo ser mala, violenta, puedo gritar, ser en ocasiones maleducada y salirme de mis casillas. Claro que lo hago, porque no soy perfecta. No, no lo soy. Claro que no soy perfecta, soy humana.
miércoles, 2 de noviembre de 2011
Pensamiento subjetivo.
Según los hipócritas, el mundo, está divido en tres grandes bloques: la gente adinerada, la sociedad trabajadora y aquellos pobres desgraciados. Pero todos se equivocan, ya que realmente se divide en astrónomos y astronautas. Los astrónomos se dedican a trabajar para llegar a conseguir un sueño y llegar a lo más alto.
Los astronautas, lo consiguen.
Los astronautas, lo consiguen.
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