Si le das a un niño pequeño un caramelo, el niño te regalará una sonrisa. Si le lanzas un palo a un perro, moverá la cola y echará a correr para traértelo. Si ayudas a cruzar a un señor mayor la calle, probablemente te lo agradezca con algún céntimo. Si vas a un concierto de tu artista favorito, te emocionarán sus canciones. No es difícil hacer feliz a alguien, es más complicado que hacerle llorar, tal vez, pero no es difícil. No es complicado estrechar la mano, dar un abrazo, callar con un beso, decir un tequiero. Felicidad en estado puro, brutal, genial, una sensación única. Creo que muchos pagaríamos por sentirla. A mí esta vez no me ha hecho falta hacerlo, esta vez ha venido sola. Esta vez, todo está perfecto.
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