A pulso y boli bic




jueves, 2 de mayo de 2013

Robots autómatas programables.

A los que odian, a los que desprecian, a los que insultan, a los que no respetan. A aquellos que se auto-proclaman los reyes del mundo y la autoridad. A los fisgones y mal-metedores, a los violentos, a los creídos a los que para ellos lo que es distinto a su forma de pensar está mal. No siempre llueve a gusto de todos, no siempre lo que nosotros queremos es lo que está bien. A veces intentamos imponer algo equivocado y después nos quejamos cuando no nos gusta que nos impongan. A los que juzgan sin derecho, a los que critican, a los que hacen daño. ¿Qué satisfacción produce actuar de esa manera? Tenemos de todo. Tenemos ordenadores, móviles de última generación, un ipad, la ropa del momento, una cámara de fotos impresionante... y sin embargo a muchos les falta una cosa: personalidad; y, en muchos casos, la capacidad de razonar. No me excluyo totalmente porque todos tenemos fallos, nadie se libra de los defectos, pero a veces a una le dan ganas de mandar al cuerno el Starbucks y las Vans. Maldito aquel que inventó ambas cosas, como también el creador del Iphone, de la BlackBerry, e incluso... pese a que pueda sonar hipócrita, las redes sociales hablando en general. Qué triste salir a tomar algo en grupo y que el 100% de la gente esté toqueteando la pantallita del móvil sin parar, el 99% por voluntad propia y el 1% restante para no quedarse solo mirando las moscas. Qué triste publicar tu vida en Internet con sus desgracias incluídas para... para ¿qué? ¿De qué sirve contar tus intimidades ante el mundo? ¿Acaso nadie más te escucha que hay esa necesidad de llamar la atención? Qué triste no ser capaz de escribir la palabra "haber" con hache y con be. Qué triste dejar de lado unos estudios por un piti por "ser guay". Chicos que van de galanes, pero en lugar de regalar rosas regalan decepciones, chicas que van de princesas y terminan tiradas en cualquier esquina. Se protesta por el fútbol, pero no por cosas que tienen mayor cabida. Esto es, señores, nuestra sociedad, la juventud de hoy en día. Eso somos, porque en este mundo por desgracia vamos todos en un pack. Sonará egocéntrico o algo así, pareceré una aburrida, pero me siento orgullosa de no formar parte debastantes de los aspectos que acabo de nombrar. Hay gente que se ha tomado demasiado al pie de la letra lo de "sexo, drogas y rock&roll" o lo de "los dieciséis son la mejor edad". Dos dedos de frente y un poco de cordura a veces no vienen mal. No todo es blanco o negro, no todo son extremos, se puede aprovechar todo sin necesidad de desequilibrar esa balanza imaginaria que nos sostiene. Porque, al fin y al cabo, por muy "guays" que seamos, si la balanza se rompe, algo estamos haciendo mal. Dejémonos de modas pasajeras y de disfraces. Seamos nosotros mismos sin importarnos lo que los demás puedan decir o pensar de ello, mantengamos la mente fría cuando tengamos que hacerlo. Hoy poy hoy hay demasiadas caretas y muy pocas miradas sinceras. Vamos a dejar de ser tan copias los unos de los otros y a ser quienes somos. Que a veces nos creemos muy grandes y no nos damos cuenta de que tan solo somos una partícula de polvo perdidos en la inmensidad.


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