A pulso y boli bic




lunes, 28 de mayo de 2012

Cuando se sueña despierto.

El problema no es cuando nos quedamos sin palabras, el problema es cuando nos sobran. Qué bonito es el silencio y cuántas veces lo estropeamos. Vendería mi voz si a cambio el mundo pusiera una sonrisa por encima de los gritos, si valiera más un suspiro que un sollozo, una lágrima que un alarido. Pero no es el caso, y teniendo una visión realista jamás se dará la situación, como para tantas y tantas cosas que a veces se nos pasan por la cabeza y no sabemos por qué las imaginamos. Aunque pensándolo bien, si fuera muda no sé muy bien que haría. Si fuera muda... me comería tu pupilas, y cuando no lo hiciera, me perdería por ellas.


sábado, 26 de mayo de 2012

Lejos de aquí.

Me gusta darle formas a las nubes y ver cómo juegan a hacer carreras mientras yo estoy tirada en la hierba. Me gusta escuchar a los pájaros coordinados con el silencio formando una melodía y el rumor del agua acorde a ellos. Odio la soledad y sin embargo a veces me encanta estar sola, cerrar los ojos y dejar que el aire me acaricie las mejillas, juguetón. Me gusta descalzarme y sentir las gotitas de rocío resbalando por mis pies, saltar de piedra en piedra, rodar por las laderas y ver el mundo al revés. Me gustan las praderas y también los bosques, los arroyos, las cascadas, las lagunas. Lejos de la ciudad, del agobio, del estrés de la gente, de humo, de coches que aceleran y mentes que deceleran. Me gusta despejar, gritar sin que me miren, no tener que responder ante preguntas indiscretas. Todos necesitamos ser nosotros mismos alguna vez.

lunes, 21 de mayo de 2012

Nudos en la garganta.

Hay muchas sensaciones, muchos tipos de sentimientos. Muchos de ellos son malos, pero sin duda alguna el peor es la decepción. El fallarle a alguien, el que te fallen a ti, el haber un culpable y una culpa de por medio. El dolor siempre acompaña a esta sensación, van ligados. Y las mayores decepciones son aquellas en las que uno no es capaz de decir nada, en las que uno no es capaz de odiar, ni de guardar rencor, simplemente por el hecho de que la decepción es algo que se siente cuando alguien a quien quieres te hace daño. Hace frío, está de lluvia, no es un gran día. Hay fiesta, pero qué importa. Apaga y vámonos.


lunes, 14 de mayo de 2012

Somos polvo de estrellas.

Nos hacemos mayores y el mundo se hace viejo con nosotros. Dejamos atrás miradas ignorantes para pasar a las miradas de complicidad; dejamos de escondernos debajo de la cama cuando hay algo que nos inquieta. Nos aceleramos y a veces no somos capaces de frenar, llegan las responsabilidades, y esa vocecita llamada conciencia.Crecemos, y dejan de quedarnos pequeños los zapatos, cosa de la que nuestras madres se alegran. Aprendemos a reír, pero también a llorar, y a veces hacemos una montaña de un granito de arena. Nos despertamos con el despertador y no cuando llaman a la puerta con un "¡Despierta, que ya son las doce!" que muchas veces suena a histeria. También aprendemos a hacer tonterías y nos hacemos expertos en hacer gilipolleces, cometemos errores y ahí es cuando conocemos también a otra vocecita llamada orgullo. Poco a poco vamos perdiendo la inocencia, cayendo en eso que se llaman los siete pecados capitales, pero que a mí simplemente me parecen tentaciones de la vida, algo más que se nos plantea. Pero es que no es nada más que eso, la vida; esto es lo que llega y lo que se irá más pronto de lo que nos pensamos. Nunca he hecho caso de esa frase que dice  algo así como La vida es un ensayo de una obra que jamás se estrenará. Ahora mismo todos estamos en el escenario y el teatro está lleno de espectadores. Los hay de todo tipo. Hay gente que viene a ver la obra porque quiere vernos triunfar; otra no, otra quiere conducirnos directos al fracaso, y supongo que la otra entrará al espectáculo para curiosear. Tengo muy claro que mi vida ya está pasando, corriendo como un reloj de arena, que tardará más o menos tiempo en agotarse, pero me da igual. Siempre he tenido claro cómo he querido vivirla, y lo único que quiero es crecer sin ser mayor. No pienso dejar que se me escape lo que tengo amargándome mientras me devora una sociedad con la que muchas veces no estoy de acuerdo. Tampoco quiero marcharme de aquí siendo recordada, no me importa dejar huella, no creo que merezca hacerlo. Pero me iré de aquí cuando me vaya siendo lo que quiero, una niña. Siendo la niña que llevo siendo todo es tiempo. Es mi papel en mi teatro, y no tengo necesidad ninguna de actuar.


Entierra todos tus secretos en mi piel.

No me hace mucha gracia perder el control de mis emociones, por eso acostumbro a no exteriorizarlas. ¿Por qué tiene la gente que saber aquello que me revolotea dentro? Yo soy la dueña de mis sentimientos, a nadie tengo por qué regalarle tal privilegio. No obstante, supongo que como todas las cosas, siempre existen excepciones. Llega un punto en que yo no soy capaz de ocultarte nada, como si fueras capaz de franquear las barreras que para la gran mayoría de la gente son demasiado altas. No sé si eso es algo bueno, pero tampoco lo considero algo malo. Llega un punto en que yo ya no puedo hacer nada, porque produces dos efectos sobre mí, y es que o bien me aceleras, o me dejas sin aliento; y nadie aquí es tan ignorante como  para no darle a ello su contexto. Pero no importa, lo cierto es que esta vez no me importa. Qué más da darte a entender mis sensaciones y mis emociones, si tú solito eres capaz de averiguarlas. Así que digamos que tú eres la moraleja, lo especial de todo esto. Digamos que eres... la excepción que confirma la regla.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Only you can make me happy.

Hoy para muchos es un día normal, sin embargo para mí no, tiene algo de especial. No se cumplen años todos los días, y aún así, a pesar de llevar publicándolo a los cuatro vientos durante semanas, no deja de ser un día más. Las personas entran y salen de nuestras vidas como hojas se lleva el viento en días de brisa. No obstante, hay muchos tipos de personas. Están aquellas que llevan a tu lado toda una vida y seguirán estando en tu día a día, y están las que después de todo ese tiempo llega un momento en que cogen la puerta y se van; están aquellas que un día aparecen y luego vuelven a irse, y están las que llegan para quedarse. En mi vida todos estos tipos de personas están presentes, todos; pero de todas las personas que conozco, en mi patatita se han hecho un hueco una minoría absoluta.Son esas las que me importan hoy, nueve de mayo, pero también son las únicas que me importan en el día a día. No se puede explicar con palabras algo que se guarda dentro, pero es algo. Gracias por hacerme soñar.

viernes, 4 de mayo de 2012

Días grises

Ignoro si afuera llueve o brilla el sol. He bajado la persiana, aunque tampoco es que tenga demasiadas ganas de siesta. No tengo ganas de nada. Por mí que caiga el diluvio universal, que llegue el apocalipsis o que se acabe el mundo. Hoy no importa. Hoy nadie es nadie y el mundo se va a la mierda. Tampoco voy a pensar en mí, hoy lo mejor es no hacerlo. Directamente, hoy es mejor no pensar.

martes, 1 de mayo de 2012

Alternativas

Puedes tenerlo todo y de repente no tener absolutamente nada o al revés. La sociedad se acostumbra a acomodarse y confiarse cuando el viento sopla a su favor hasta que un día llega la calma y ¡zas!, todo se desmorona. El mundo es ambicioso, y yo creo que la ambición no es mala. ¿Quién no quiere llegar a lo más alto? Y sin embargo es ese el motivo por el cual muchas veces la cagamos, por querer tocar la cima, por querer tenerlo todo. Todos los extremos son malos, absolutamente todos; hablemos de política, de religión, de codicia, de ambición, de avaricia, hablemos de X. ¿No es más fácil disfrutar, poquito a poco, de los placeres de la vida? Aunque no siempre el aire sople de nuestra parte, podemos aprender a controlar la brisa.