A pulso y boli bic




lunes, 28 de mayo de 2012

Cuando se sueña despierto.

El problema no es cuando nos quedamos sin palabras, el problema es cuando nos sobran. Qué bonito es el silencio y cuántas veces lo estropeamos. Vendería mi voz si a cambio el mundo pusiera una sonrisa por encima de los gritos, si valiera más un suspiro que un sollozo, una lágrima que un alarido. Pero no es el caso, y teniendo una visión realista jamás se dará la situación, como para tantas y tantas cosas que a veces se nos pasan por la cabeza y no sabemos por qué las imaginamos. Aunque pensándolo bien, si fuera muda no sé muy bien que haría. Si fuera muda... me comería tu pupilas, y cuando no lo hiciera, me perdería por ellas.


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