A pulso y boli bic




jueves, 13 de diciembre de 2012

El viento canta al otro lado de la ventana.

La atracción gravitatoria atrae a los cuerpos incluso aunque alguna ley lógica indique que éstos deban repelerse. Poco a poco se van acercando hasta que llega un punto en que colisionan, inevitablemente.


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