A pulso y boli bic




domingo, 6 de octubre de 2013

¡!

Hemos llegado a un punto de inflexión encabezado por el miedo. El miedo a querer y ser querido porque ambas cosas son cosas demasiado complicadas. Tenía miedo de ser querida porque temía verse involucrada en una de esas relaciones en las cuales uno de los partícipes lo da todo, pero el otro es incapaz de dar nada o al menos de dar en la misma medida. Y tenía miedo a querer por esa misma razón, por no estar a la altura de su compañero, por no ser capaz de amar como una vez amó. Pero también tenía miedo de querer de más, de entregarse plenamente y superar lo que ella un día creyó que era amar más que a nada en el mundo. 




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