A pulso y boli bic




martes, 19 de julio de 2011

R, de recuerdos.

Y llega un día en el que después de mucho tiempo decides intentar volver a ser feliz. Entonces, como si nada, aparece la persona adecuada para devolverte las ganas de soñar, de vivir, de ser tú misma.
Aparece él- Y te olvidas de cualquier problema, de los malos ratos, de las lágrimas; eres capaz de tocar el cielo con los dedos. Y llegas lejos, muy lejos.
Qué sensación, dormir a su lado bajo las estrellas; sentarme entre sus piernas deshojando margaritas; escapando de miradas ajenas en noches de película saltándonos la parte del cine. Besos robados de día y de noche; miradas, sonrisas, palabras dichas en susurros que suenan a gritos.
Te quiero, te lo he dicho demasiadas veces. Y todas las que me lo has dicho tú también son suficientes.
Así que solo te pido una cosa; acuérdate de mí, pequeño. Recuérdame como alguien especial en tu vida, cuando te sientas solo, cuando sientas alegría. Piensa que estoy aquí y que has sido una parte importante; piensa que te echo de menos. Sobretodo piensa que me has ayudado a devolverme la sonrisa, que has sido tú quien lo ha conseguido después de mucho tiempo. Y no lo dudes, un día te encontrarás conmigo a la vuelta de la esquina. Prometido.

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